Desde el año 1542 un núcleo de colonizadores españoles habitaba en el valle de Kjocha Pampa, al lado del poblado indígena de Canata. Diez años más arde uno de los capitanes de Pizarro, Garci Ruiz de Orellana, compró tierras a los caciques de Sipesipe, Achatay y Cosavana y sobre estas propiedades y otras vecinas, por encargo del virrey Toledo, se fundó la Villa de Oropesa el 2 de agosto de 1571. Recibió este nombre en homenaje al título del virrey.
La población estaba constituida por unos mil españoles y dos mil indígenas. El fundador fue el capitán Don Jerónimo de Osorio, viejo soldado que había guerreado en Flandes, Alemania e Italia. Antes de la fundación, Canata tenía su iglesia consagrada a San Sebastián y era partido judicial dependiente de la Audiencia de Charcas. El primer corregidor y justicia mayor fue Don Jerónimo de Osorio, cargo que desempeñó hasta fines de 1573.
La fundación nominal también fue realizada por encargo de Toledo y se la encomendó al Juez de Residencia, Don Sebastián Barba de Padilla (1º de enero de 1574). La nueva ciudad quedó emplazada a orillas del río Rocha, al que dio su nombre el capitán Martín de la Rocha por haberlo desviado para trabajos agrícolas.
Desde los primeros días de su existencia, la Villa de Oropesa dio muestras de su gran riqueza agropecuaria y abundancia de ganado ovino, bovino, porcino y caballar.