La villa imperial de Potosí es una de las principales ciudades del Estado Plurinacional de Bolivia, esta se encuentra al suroeste del país y es la capital del departamento que lleva su mismo nombre. Está ubicada a los pies de la imponente montaña “Sumaq Urqu”, que significa Cerro Rico, su nombre proviene de esta legendaria montaña donde se encontraba la mina de plata más grande del mundo. Esta ciudad fue declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad en 1987 por la UNESCO y está ubicada a 4067 metros sobre el nivel del mar, lo que la convierte en una de las ciudades más altas del mundo.
Fundada el 1 de abril de 1545 por un pequeño grupo de españoles encabezados por Juan Villarroel, La Villa Imperial de Potosí se creó al tomar posesión del Cerro Rico; esta ciudad nació como asentamiento minero, poco a poco se fue poblando hasta convertirse en una ciudad que se basaba en la extracción de la plata. La independencia de Potosí tomó lugar en 1810 y después de la Guerra de los 15 Años en 1825 el pueblo quedaría libre.
Además de sus recursos mineros, la también llamada capital de la plata posee una bella arquitectura colonial con la Casa de la Moneda, la Iglesia de San Lorenzo y la Torre de la Compañía, entre otros; las estructuras son de estilo gótico y tienen un poco más de 400 años de historia. Adicionalmente, Potosí es la cuna del charango uno de los instrumentos más usados dentro de la música folclórica boliviana, también en su gastronomía se usan métodos precolombinos como lo es el “K’ala Phurka” que significa piedra hirviendo.
Potosí es una ciudad llena de historia y cultura, el Cerro Rico ha vivido la evolución de esta ciudad que en su momento llegó a ser la ciudad minera más importante del mundo, su población, así como su infraestructura reflejan la tradición boliviana en todo lugar, actualmente es una de las productoras de minerales más importantes de la región.
El Parlamento Andino se une a la celebración de la fundación de La Villa Imperial de Potosí, una ciudad llena de historia y cultura, dueña de la plata; mediante el Marco Normativo de Turismo Comunitario para promover la definición y consolidación del turismo comunitario como actividad y estrategia de las comunidades locales de los Estados miembros.