Los símbolos cívicos del departamento son de origen colonial, en los emblemas destacan principalmente elementos y colores españoles, estos símbolos cívicos son utilizados en fechas cívicas, efemérides departamental, aniversario nacional, edificios públicos etc.
La bandera potosina tiene su origen colonial, instituida por decreto prefectural para reemplazar a la que existía en el siglo XV1. La bandera potosina es de origen colonial, está dividida en cuatro cuarteles en sentido horizontal, dos de color rojo punzo y dos de color blanco entre cruzados, rojo blanco, blanco rojo cuyo significado es; El color blanco representa la paz, pureza, y la riqueza (mineral) natural, el color rojo representa la sangre derramada por los esclavos que habitaban y trabajaban extrayendo la riqueza mineral de los socavones del cerro potosino, en síntesis tiene una significancia de «Paz o Sangre» la bandera potosina fue estudiada por el doctor Walter Dalense hijo predilecto de Potosí. Se desconoce su origen exacto de la bandera potosina.
Vestimenta típica.- La vestimenta típica del Departamento de Potosí está confeccionada a base de las artesanías elaboradas por los quechuas son fundamentalmente el tejido y la cerámica. El tejido mantiene gran parte de su originalidad, tanto en técnicas, formas y diseños. Utilizan lana de oveja, llama o alpaca para confeccionar sus ropas (poncho, chaquetilla, ch’ullu, ch’uspas). Los quechuas tienen gran habilidad para la fabricación de cerámica y alfarería destinada al uso doméstico y al comercio.
El Tinku (encuentro) es un ritual más que una danza, de origen prehispánico que sobrevivió la colonia y mantuvo su fuerza durante el período republicano a la fecha, con algunas variaciones que no afectaron su carácter multiétnico, combativo y reivindicativo. Pero el Tinku es anterior a la conquista quechua de los señoríos aymarás. Según los cronistas españoles, en las comarcas de Charka y Chayantaka en Bolivia se realizaban peleas rituales en las que dos grupos intercambiaban golpes de puño o qurawas (hondas). Actualmente en Potosí y sur de Oruro, Laymis y Jukumaris, y Kakachacas, continúan la ancestral costumbre de la guerra entre los Ayllus.